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The Future of Portuguese Craftsmanship

El futuro de la artesanía portuguesa

¿Por qué necesitamos proteger a nuestros Tesoros Vivos?

"Cuando un artesano deja de trabajar, su técnica muere con él. Un oficio perdido es una voz silenciada de nuestra cultura."

 

Portugal, un país moldeado por las manos

Portugal es un país moldeado por manos que trabajaron el barro, la porcelana, los tejidos, los hilos, el cuero y los metales. Manos que transformaron materias primas humildes en arte, que contaron historias, preservaron la identidad y crearon formas únicas. La artesanía portuguesa es, ante todo, una narrativa viva: la fuente misma de la identidad cultural portuguesa.

 

¿Por qué está en riesgo la artesanía portuguesa?

Hoy, muchas de estas tradiciones se encuentran en un momento crítico. La modernidad, la globalización y la desvalorización social y económica están empujando a los artesanos fuera de una economía que no los valora. Los talleres cierran, los jóvenes no heredan los oficios y las técnicas amenazan con desaparecer.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el sector cultural y creativo representa el 3,9 % de la economía nacional. Sin embargo, dentro de esta cifra se esconde una fragilidad: la artesanía no cuenta con estadísticas claras ni con políticas uniformes de protección.

La Lista Roja de la Artesanía del Algarve, por ejemplo, identificó 26 oficios en riesgo de extinción, desde el trenzado de palma y mimbre hasta la alfarería tradicional. Este tipo de iniciativas deberían llevarse a cabo en todo el país, como base para un verdadero trabajo de valorización del arte artesanal en Portugal.

 

El problema de la falta de apoyo fiscal y financiero

Uno de los factores que explica esta vulnerabilidad es la falta de incentivos financieros y fiscales consistentes. En Portugal, como en gran parte del sur de Europa, los artesanos sobreviven principalmente del turismo o de pequeños encargos, sin un marco de apoyo estable.

¿Recibe apoyo financiero la artesanía portuguesa?
Actualmente, los apoyos son puntuales: concursos regionales, rutas turísticas o subvenciones limitadas. Falta un programa nacional que garantice apoyo estable, formación y transmisión generacional.

¿Existen beneficios fiscales para los artesanos?
No de forma estructurada. En Portugal, los artesanos afrontan la misma carga fiscal que las pequeñas empresas, sin regímenes especiales que reconozcan el valor cultural de su trabajo. En países como Francia o Italia, algunas regiones ofrecen reducciones fiscales e incluso exenciones parciales del IVA para proteger la artesanía tradicional. La ausencia de medidas similares en Portugal hace que muchos artesanos trabajen en condiciones precarias, dificultando la profesionalización y la continuidad de los oficios.

 

Cómo Francia valora a sus artesanos

En Francia, la artesanía se trata con la misma seriedad que otras expresiones del patrimonio cultural. Desde 1994 existe el título de Maître d’Art (Maestro de Arte), otorgado por el Ministerio de Cultura a los artesanos que dominan técnicas raras o en peligro de desaparición.

Este título no es solo simbólico: concede prestigio oficial, apoyo financiero para la formación de aprendices y un marco fiscal diferenciado, que incluye exenciones parciales del IVA y regímenes simplificados que reducen la carga burocrática y fomentan la profesionalización. El resultado es claro: ser artesano en Francia no significa solo sobrevivir, sino alcanzar reconocimiento institucional y las condiciones para convertir un oficio en una carrera sostenible y respetada.

 

El ejemplo admirable de Japón - los Tesoros Nacionales Vivos

Mientras que en Portugal los artesanos viven con escaso apoyo y trabajos mal remunerados, Japón eligió un camino opuesto.

En la década de 1950 creó la figura de los Tesoros Nacionales Vivos (Living National Treasures), otorgada a maestros artesanos y artistas cuyas técnicas son consideradas patrimonio inmaterial. Estos maestros reciben subvenciones vitalicias y reconocimiento público, lo que garantiza dos cosas:

1.     Un sustento digno para quienes dedican su vida a preservar un oficio.

2.     Prestigio social, que convierte la artesanía en una profesión respetada e inspira a las nuevas generaciones.

Gracias a este modelo, oficios como la cerámica de Mashiko, la laca japonesa o el tejido Nishijin no solo han sobrevivido, sino que han alcanzado relevancia internacional.

 

¿Podríamos crear “Tesoros Vivos Portugueses”?

¿Por qué no soñar con algo similar en Portugal?

Una bordadora de Madeira, una encajera de bolillos de Vila do Conde, un alfarero de Barcelos o un maestro en cuero de S. João da Madeira son tan dignos de reconocimiento como cualquier artista consagrado. Lo que les falta no es talento, sino un país que sepa protegerlos y promoverlos.

Crear un programa de Tesoros Vivos Portugueses significaría:

·       Subvenciones regulares para maestros artesanos.

·       Incentivos para la transmisión generacional.

·       Visibilidad nacional e internacional.

Más que preservar objetos, estaríamos preservando personas, gestos y memorias. Estaríamos creando futuro.

 

La artesanía como futuro en la era de la Inteligencia Artificial

Vivimos en una época en la que la Inteligencia Artificial (IA) parece diseñar el futuro, automatizando tareas, generando imágenes e incluso reemplazando trabajos creativos. Pero precisamente por eso crece la conciencia de que existe un camino opuesto: el del trabajo manual cualificado.

¿Por qué el trabajo manual sigue siendo relevante en la era de la IA?
Porque lo que define a la artesanía no puede ser replicado por algoritmos:

·       La bella imperfección del gesto humano.

·       El tiempo inscrito en cada puntada o corte.

·       El alma de quien crea con las manos.

Esa resistencia a lo desechable es lo que convierte a la artesanía en un lujo auténtico y, paradójicamente, en el verdadero futuro en un mundo cada vez más saturado de tecnología.

 

Una urgencia llamada tiempo

Hay algo profundamente conmovedor en el sonido de un telar antiguo, en el golpeteo rítmico de los bolillos, en el aroma del corcho recién trabajado o en el frío de un hilo de plata moldeado a mano. Portugal también se construyó así.

Pero el tiempo apremia: los talleres cierran, los artesanos envejecen y las técnicas corren el riesgo de desaparecer. Si no hacemos nada, el silencio se apoderará de las tradiciones que nos definen.

El camino existe y está ante nosotros. Podemos elegir la indiferencia o podemos decidir crear políticas, estatutos y apoyos que devuelvan la dignidad a quienes moldean el país con sus manos.

Si algo podemos aprender de la artesanía es que la prisa nunca ha sido amiga de la calidad. En un mundo de moda rápida y productos desechables, valorar el tiempo, el gesto y la historia puede ser el acto más revolucionario de todos.

Preservar la artesanía portuguesa no es nostalgia ni utopía: es futuro. Es elegir un camino donde el lujo no consiste en tener más, sino en poseer algo que perdure, que lleve memoria y que merezca ser transmitido de mano en mano.

En Ownever, creemos exactamente en eso: resistencia y legado portugués.

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