Hay momentos que casi nadie ve.
Pequeños gestos entre una puntada y la siguiente, sostenidos en las manos de un artesano.
La mínima pausa antes de decidir dónde caerá la aguja y el breve instante en el que la pieza por fin toma forma. Momentos tan pequeños que casi se desvanecen en el aire, y aun así llevan consigo un alma propia.
Hay objetos que guardan esa alma para siempre.
El bolso Ownever Repurse Anthracite nace de esta idea: un bolso que capta momentos demasiado pequeños para ser recordados, pero demasiado significativos para perderse.
Y porque fue moldeado por manos que habitan estos instantes silenciosos, cada marca que el tiempo deja en él se convierte en un hermoso testimonio de la vida que ha vivido mientras era usado.